-¿Tienen ganas de hablar señoritas?
No soportaba al señor
O’Rozzi, era demasiado irritante. Mandaba callar hasta a las moscas y eso podía
conmigo. Y lo peor de todo, ese año, era nuestro tutor.
-Si quiere hablar podría exponer los nuevos planes
del año del voluntariado señorita Waltsen. Y usted, señorita Sparks, podría
recoger los votos de la elección de delegados por las clases.
-¿No puede leerlos otro? Es que eso de ayudar no me
gusta mucho ¿sabe?-comenté.
-Y, ¿es necesario que me levante de la mesa? Creo
que me he lesionado la espalda y me duele mucho.-dijo Abigail en tono burlón.
-Si señoritas, hagan lo que les ordeno.
-Esta se la guardo señor O’Rozzi.-dijo Abigail
mientras se levantaba. Después se dirigió hacia la puerta, la abrió y la cerró
estrepitosamente después de salir.
-Adelante Waltsen, deléitenos con sus palabras.
Me levanté de la mesa
mientras intentaba recordar cómo funcionaban las reglas del voluntariado. Un
año estuve en el grupo y fue una experiencia odiosa, jamás la repetiría. Todos
eran demasiado amables, demasiado felices y amigables…Me dio escalofríos. Como
bien había dicho antes, eso de ayudar no me gusta mucho.
-Pues…creo que era algo de una recogida de alimentos
¿no?
-Continúe señorita, continúe.
-Ya…¿colecta de dinero para la parroquia? Y ayuda
económica para la asociación esa de…si, para esa asociación.-contesté sin tener
ni idea de lo que estaba diciendo.
-¿Se refiere a la asociación contra la pobreza no?
¿Esa asociación de la que soy presidente?
-Sí, será esa.-había metido la pata.
-No sé cómo el curso la elige delegada cada año
desde hace cinco. Es algo que no termino de entender. Teniendo a la señorita
Iles en clase no entiendo que prefieran a nuestra querida Scarlet Waltsen.
Lucinda Iles era, con
diferencia, la chica más idiota del curso. Era una zalamera y casi todos los
profesores la adoraban. Imagina la típica chica bronceada y con un pelazo rubio
de impresión, seguro que conoces a alguna así. Es animadora, aunque no le sirve
de mucho siendo yo su capitana. Y cada año me eligen delegada. Por eso me
odiaba.
-Pues verá, yo soy delegada cada año porque me
eligen. Es lo que quiere el curso. Porque por mucho que usted adore a Lucinda
el curso no la va a elegir como representante porque traiga tartas a todos los
profesores cada viernes. Todos saben muy bien que solo defendería sus
intereses. No sabe lo peligroso que es tener a una rubia de delegada.
Y después de este discursillo, toda la clase, menos
Lucinda, aplaudió.
-¿Ve señor? A eso me refiero.-dije
Justo en ese momento, Abigail entró por la puerta y
dijo:
-Ya estoy aquí.
-Muy bien señorita Waltsen-comenzó O’Rozzi- veamos
que dice este año el consejo.
Vació la urna de votos
y comenzó a contabilizar. Muy lentamente. Demasiado despacio. Todos contábamos
los minutos que llevaba sacando y leyendo papeletas. Fueron unos veinte minutos
para contar ciento cincuenta votos. Creo que los contó varias veces por si
mágicamente aparecía el nombre du su protegida en ellos.
Carraspeó y dijo:
-Bien, este año la representante de todo el curso
será la señorita Scarlet Waltsen.
-¡Sí!-exclamé- ya son seis años señor. El año que
viene uno más, me iré a la universidad y adiós Scarlet! Pero las Waltsen
marcamos y mi hermana Molly en dos años podrá ser delegada de su curso. Tendrá
que aguantar otros siete años de mandato Waltsen porque la chica tiene madera,
sigue los pasos de su hermana.-dije con una sonrisa triunfal.
Estando yo en mi
momento de restregar por la cara al profe mi elección, alguien entró en el aula
sin llamar, se sentó en un pupitre y dijo:
-Disculpe señor, ¿es esta mi clase?
Me giré y ahí estaba de
nuevo. ‘No por favor’, pensé. Pero con o sin favor no se iba a ir. No me
gustaba nadie desde los cinco años (y me molaba un oso de peluche), no me podía
gustar alguien ahora. Pero era tan exageradamente guapo. Y tan sexy que me iba
a resultar muy difícil. Lo bueno era que tenía toda la pinta de ser un
gilipollas. De esos que se creen que están súper buenos y que son
irresistibles. Pero claro, de esos hay dos tipos. Los que se creen que lo son y
no lo son, y los tíos como Alexander que se lo creen y lo son, pero mejor. Mi
horrible tutor me sacó del embobamiento cuando dijo:
-Dígame su nombre y le contestaré gustosamente.
-Alexander Stain.
-A ver…Alexander…Alexander… ¡Correcto! Ha venido
usted al aula acertada-mierdamierdamierdamierda-.Señorita delegada, si no le
importa, ¿podría hacer los honores?-más mierda.
-Oh, por supuesto. Alexander Stain, bienvenido al
Regina’s College. Todos esperamos que disfrutes y aprendas entre nosotros y
tengas una feliz estancia.-dije aquello como si estuviese en algún funeral.
-Gracias Scarlet, veo mucho entusiasmo en que yo me
encuentre aquí.- que voz más endiabladamente tentadora.
-Tome asiento Waltsen.- dijo O’Rozzi.
Cuando se disponía a
hablar, sonó el timbre que avisaba de la comida. Había estado toda la mañana en
clase de ese odioso ser que era mi tutor, y me moría de hambre. Iba a girarme
para decirle algo a Abigail, pero al mirar a su pupitre comprobé que la muy
traidora se había largado cuando yo recogía mis cosas. Lo había hecho a posta
porque sabía que Alexander me iba a hablar. Y, efectivamente, me habló:
-Honorable delegada de clase, ¿qué le parece si la
invito a comer?- había acertado, era un gilipollas y se creía irresistible.
Mejor para mí.
-Verás, solo como con gente que no me invita a comer
el primer día que me ve en toda su vida.
-Pero yo soy Alexander Stain, conmigo puedes hacer
una excepción.
-Lo recuerdo. Yo soy Scarlet Waltsen. Y por si no te
lo había comentado, no me gustan las excepciones.
-Ambos sabemos que al final vas a decir que sí, así
que mejor ahórrate el número de tía buena difícil y vámonos a un buen
restaurante.
-Mira, te diría que no. Pero me resultas tan
graciosamente ridículo que para que tengas una amiga en este horrible colegio
voy a decir que sí. Pero pienso pedir lo más caro que haya en la carta,
¿entendido?
-¡Bien! No te preocupes por el dinero, pago yo.
-Por supuesto que pagas tú. Si tengo que pagar un
solo céntimo, te arranco la polla a mordiscos.
-No estoy seguro de que eso sea una amenaza que me
disguste.-dijo mientras esbozaba una media sonrisa.
Mientras andábamos por
los pasillos en dirección a la salida, todas y cada una de las chicas nos
miraban. No me resultaba raro ya que me miraban con o sin él de acompañante. Le
pregunté por qué se había mudado a esta ciudad y me contestó:
-A mi madre le han trasladado.- no sé por qué pero
me esperaba algo menos normal.
- Um… interesante.-contesté sin gana.-¿Y de qué
conoces a Abigail?
-Es…complicado.-curioso, ella me había dicho que se
conocieron en un campamento de verano.
Pasaba
de seguir hablando y me sumergí en mis pensamientos mientras seguíamos andando.
Se había quitado las gafas, por estar prohibidas en clase, supongo, y pude ver que
tenía unos ojos grandes y marrones. No sé por qué pero me esperaba que fueran
verdes. Sus pestañas eran larguísimas, mucho más que las mías.
-Que pestañas más largas.-¿Por qué había dicho eso?
-Vaya, gracias. Yo también puedo piropear tu
precioso pelo y tu espectacular cuerpo.
-No te va a servir de nada, pero no te cortes.
Por
fin alcanzamos la salida, y con ella el aparcamiento. Supongo que estaba muy
interesado en llevarme a comer porque en lugar de despedirse de mí, concertar
un sitio y dejar que buscase a Abigail para que me llevase en su original y
viejo coche rosa, me giró hacia él por la cintura y me dijo:
-Vienes en mi coche, nada de irte sin mí. Podrías
escabullirte de la comida y eso me pondría muy triste.
-Vale, en tu coche.- sé que no era muy cuerdo
montarme en el coche de un tío que era mi nuevo compañero de clase, pero más
adelante os desvelaré algo. La razón por la que me permito hacer este tipo de
locuras.
Pareció
sorprendido ante mi respuesta. Quizá había pensado que yo estaría en desacuerdo
o me resisitiría en lugar de acceder tan rápidamente.
Nos
dirigimos hacia el lado este del aparcamiento. Ahí era donde yo solía aparcar
cuando traía mi coche. La mayoría de los días me traía mi madre pero era de
esperar que me gustase conducir mi coche de vez en cuando. La conducción no era
una de mis pasiones pero nunca viene mal alardear un poco. Aunque para alardear,
su coche.
-¿Por qué
tienes un coche que vale como la mitad de los edificios de esta ciudad más los
zapatos que llevo puestos?
-Pues porque mi madre tiene un trabajo, digamos,
influyente.
-No te jode, y mi padre también, pero yo no tengo un
jaguar negro, que por cierto es precioso. Me parece que tu y yo vamos a ser
amigos.- dije con una sonrisa asomando entre mis labios.
El
coche era una preciosidad. Negro y reluciente. Las ruedas de atrás eran
ligeramente más grandes que las de delante y las puertas traseras y delanteras
se abrían en direcciones opuestas. Seguramente si llego a ser una experta en
coches podría adjudicarle más adjetivos que expresasen su perfección y podría
haber notado lo bien equipado que estaba. Lamentablemente no lo era y me tenía
que limitar a admirar lo espectacular, reluciente, y sobre todo negro, que era.
Ese coche se había convertido en el segundo amor de mi vida, después de mi oso
de peluche.
-Oye, ¿qué te parece si dejas de admirar mi coche,
te montas en el asiento de copiloto de cuero de mi coche y conduzco hasta un
restaurante en mi coche?
Monté
en el coche después de que él me abriese la puerta. Le agradecí el gesto y el
montó también. Cuando estuvimos instalados retomé la conversación y dije:
-Claro, vamos a comer tú, tu coche y yo. ¿Dónde me
vas a llevar?
-Scarlet, te voy a llevar a un lugar que jamás
olvidarás. Un lugar llamado Cielo.
¡Está genial! Si te digo la verdad cada vez que leo un capitulo me quedo con ganas de leer el siguiente. Espero que no tarde mucho en estar publicado. ¡Sigue asi!
ResponderEliminarMe gusta mucho :D
ResponderEliminarEspero que pongas el siguiente pronto ^^
Y si quieres pásate por mi blog: librosjuvenilesrecomendadospormi.blogspot.com
Besos :)
Esta super bien!! Yo tambien tengo un blog y soy nueva en esto, me gustaria que pasases y me comentases!!
ResponderEliminarhttp://alexanewbeginning.blogspot.com.es
Pekeñita! No sabes cuanto tiempo llevo siguiendo tu blog y la ilusión que me hace que a gente buena en el tema le guste lo que escribo! Sigue pasándote por aquí y a ver si la próxima vez que yo me pase por tu blog te comento algo! Un beso:)
Eliminar:O u bog es increíble, en serio.
ResponderEliminarTe sigo desde YAsin dudarlo para mantenerme al día de tu actualizaciones ^^
Ademas he estado irando tu perfil y tenemos mucho en común x)
Un beso y sigue así
Como siempre, me emociono cada vez que a alguien le gusta lo que escribo. Ya siento ir un poco lenta pero los capítulos son largos y ando muy liada pero intento seguir un ritmo aceptable! Dime que cosas tenemos en común y un día hablamos para que te conozca1 besos:)
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