miércoles, 25 de septiembre de 2013

Capítulo 14

En cuanto salimos del restaurante,  Alexander prácticamente me arrastró hasta el coche y se ocupó de que me metiera antes de sentarse en el asiento del conductor.
            -¿Se puede saber qué narices te pasa?- le pregunté bastante irritada.-¿Por qué motivo me sacas así de Paolo’s? Es más, ¿quién te ha dado derecho para ha…
            -He visto el coche de Nina doblando la esquina y como sé lo bien que le caemos he creído conveniente no alegrarla demasiado con nuestra presencia.
            -Vale, ahora ya estoy más convencida de que no estás loco. De todos modos, ¿cómo es el  coche de la pelizorra esa? Más que nada para tenerlo en mente por los posibles próximos encuentros. No me gustaría tener que llevarme tu coche cada día- le dije sonriendo sarcásticamente. Los dos sabemos que en realidad me encantaría.
            -Es un descapotable plateado. Si tienes dudas de cuál es, mira a las llantas. El suyo las tiene rojas.
-¿Por qué no me sorprende?-  contesté muerta de risa.
                Entonces fue cuando Alexander se puso serio. No sé si ya lo había comentado, pero aparte de parecerme muy sexy cuando los chicos se ponen serios en plan ‘has-llegado-tarde-tenemos-que-hablar’, me preocupa bastante. Se veía claramente que estaba eligiendo las palabras para empezar a decirme lo que la diosa quisiera que me fuera a decir.
            -¿Sabes que esto no ha hecho más que empezar, verdad? Todo lo que has pasado este verano, todo lo que has tenido que aprender a la fuerza y toda la gente que has tenido que conocer no son más que las dos primeras líneas de una introducción de 20.
            -¿Por qué me dices eso ahora?-pregunté bastante sorprendida.
            -Porque necesitas saberlo. La gente espera cosas de ti. Gente importante que espera cosas importantes. Y me estoy refiriendo a los buenos.
            -Define importante y define los buenos.
            -Los líderes de las Sectas que se oponen a los Sangrientos. Los Protectores, los Byrel y las otras sectas de menor rango. Bueno, y nosotros, la Décima Secta.
            -¿Pero qué es lo que esperan de mí?- exclamé.- No puede ser tan importante.
            -Saben que no eres Escarlata, y no me grites -se apresuró a decir- porque tu vida no está en peligro de momento. La Décima Secta se ha encargado de hacer saber a las diferentes sectas sobre tu auténtica identidad. Todos los líderes de las sectas que consideramos aliados en una futura guerra, aunque no sepan que existimos, conocen tu secreto.
            -Vale, lo he pillado. No soy tonta y antes de que me arrastrases fuera de Paolo’s, los protectores me han dicho que quieren que destruya a los Sangrientos. Me he dado cuenta Alexander. Y me parece absurdo- y creedme, me parecía realmente absurdo.
            -¿Absurdo? ¡Para nada! ¿Cómo va a ser absurdo destruir la tiranía con la que los sangrientos gobiernan el mundo? ¡Todo el terror y el dolor que causan cada día desaparecerá para siempre y tú, yo, nosotros podremos ser libres!- prácticamente aulló Alexander mientras le brillaban los ojos.
            -No es eso lo que me parece absurdo. A lo que me estoy refiriendo es al hecho de que esperan que yo destruya a nada más y nada menos que la mayor, más fuerte y más peligrosa secta que el universo ha conocido.
            -Es magnífico. Tú eres la persona que más fácil puede acceder a los planes de Drew y de Nina. ¡Eres la mejor agente infiltrada que jamás hubiéramos podido tener! Es un plan perfecto, Scarlet, perfecto- concluyó claramente entusiasmado.
            -Ya, ¿y si no quiero? ¿Y si me niego? Al fin y al cabo, es mi vida, ¿no?- pregunté ansiosa por conocer su respuesta.
            -Eso es imposible, ¿quién no querría tener ese honor?- dijo Alexander como si lo que yo acababa de decir fuera la mayor estupidez que había oído en su vida.
            -Yo. No quiero salvar al universo. Ni al mundo, ni siquiera sé si quiero salvar al país. Lo único que quiero ahora mismo es salvar a mi hermana de mi propio padre que de un momento a otro intentará matarla. También quiero tomar batidos en Paolo’s cada día, ir al colegio y después a la universidad. Quiero salir de fiesta, divertirme y de vez en cuando comerme un chupa-chups con Abi en la gradas. No quiero ser como todo el mundo, quiero ser yo y vivir mi vida- concluí conforme se me acababa el aire.
            -¿Y qué te crees que quiero yo? ¿Andar de un lado a otro como mensajero de mi madre? ¿Tener que cambiar de ciudad cada año para que nadie me descubra y me mate? ¿Hacerme el ignorante cuando en realidad sé más que cualquiera? ¿Ir por la vida como una especie de informador ninja de mi segunda vez mencionada madre? ¿Tener que…
            -Me encantan los ninjas. En serio- le corté. Alexander se rio.
            -Odio todo lo que te acabo de decir, ¿pero sabes qué?- me dijo sonriendo.
            -¿Qué?
            -Que gracias a todas estas cosas que odio, te he conocido. ¿Y sabes qué más?
            -Dime.
            -Tú me has dado esperanza para terminar con esto. Déjame que te devuelva esa esperanza en forma de ganas ara luchar, que a mí me sobran.
            -Eres un hombre, no esperaba menos de ti –y me eché a reír.
            Y creo que en ese preciso instante me di cuenta de lo mucho que podía llegar a querer a ese chico. Y no porque fuera romántico hasta resultar cursi, sino porque le conocía desde hace dos días y ya le escuchaba como si fuera un amigo de toda la vida. Tenía algo especial, algo que me hacía atender a todas y cada una de las palabras que decía. Era completamente contrario a mí. Miraba el lado positivo a todo y me di cuenta de que necesitaba hablar con alguien que me mostrara lo positivo de lo que me estaba pasando, y ese alguien era Alexander. Sin mencionar lo guapo que era.
            -Me alegro de haberte conocido Alexander. Vamos a ser un buen equipo de superhéroes. O de ninjas, lo que tú prefieras –le dije sonriendo.
            Entonces el salió del coche, dio la vuelta hasta llegar a mi lado, abrió la puerta y tiró de mi para que saliera. Me abrazó y estuvimos así unos cinco minutos sin exagerar. Simplemente me sostenía y yo a él. Y por muy extraño que me pareció, no fue incómodo. Después de esos cinco minutos, le separé de mí y le miré a los ojos.
            -Scarlet, cásate conmigo –dijo riendo.
            -¿No crees que vas un poco deprisa? Solamente lo digo por eso de que te he conocido hace dos días.
            -Para nada, si quieres ver lo que es ir deprisa, te lo voy a enseñar- me dijo luciendo su famosa sonrisa.
            Oh no, la sonrisa, ya la habíamos liado. Alexander me cogió de la cintura y me besó. Fue un beso de esos en los que rápidamente se detectaba el hambre de la otra persona por ti. Por la diosa, a Alexander le gustaba realmente. Pero claro, si dos personas como nosotros se besan, no se queda en beso y antes de darme cuenta ya estaba sentado en el asiento de copiloto y yo encima de él.
            El beso hambriento había pasado a beso apasionado y por primera vez nos estábamos dando el lote seriamente. Sus dedos ya estaban bajo mi camiseta y yo apenas podía respirar cuando me tocaba. Mi mano había llegado a su entrepierna y le oí gruñir de deseo a milímetros de mi oreja. Su lengua me quemaba la boca y más tarde el cuello. Me recorrió la espalda suavemente produciéndome escalofríos y gemí de placer. Noté como su ego masculino crecía con cada suspiro o gemido que yo soltaba y me reí mentalmente.
            Tristemente, cada cosa tiene su fin y supe que si ninguno de los dos paraba, aquello iba a terminar donde iba a terminar. Y solo le conocía desde hace dos días. ¿No era plan, no? Me aparté de él y se me quedo mirando extrañado.
            -Pensé que me ibas a enseñar cómo ir deprisa con el coche. Aunque esto tampoco ha estado mal.
            Me sonrió y con la rapidez y facilidad que le caracterizaba, pasó a su asiento.
            -Eso también puedo hacerlo.
            Arrancó el coche y salimos disparados.


            

6 comentarios:

  1. Queen!!! Me ha encantado este capítulo (bueno, en realidad me encantan todos...)
    Alexander y Scarlet para mi gusto hacen una pareja perfecta.
    Espero que cuelgues prontito, porque me muero por leer el siguiente capítulo.
    Un beso enorme

    ResponderEliminar
  2. Aiiiins... me ha encantado!!! Fabuloso, querida Queen, fabuloso!
    Lo de la propuesta de matrimonio me ha dejado a cuadros. Es decir, estaba leyendo y de repente lo veo, me empiezo a reir y mi hermana me suelta "¿Que pasa? ¿De que te ries?" y yo "Nada, nada. Una cosa de Queen"
    Por cierto, totalmente de acuerdo con Scarlet, demasiado pronto! Pero si se conocen desde hace muy poquito y aun ni siquiera han ido "demasiado rapido" (Puntazo, esa frase ya no me va a sonar igual por tu culpa ;P)
    ¡Me ha encantado! (Que repetitiva soy, por el Angel!) Y lo de infintrarla en plan espia me esta dando unas ideas mas locas y disparatadas... xD
    En fin, un muxu enorme preciosa, ¡renuevo este finde!
    P.D: He de admitirlo, me ha terminado gustando lo de pelizorra y con el coche has acertado de pleno. Me encanta el plata, junto con el azul metalico y el negro es de mis colores favoritos ¡Si es que... como tu NADIE!

    ResponderEliminar
  3. Buff! Que monooos jajajaja me ha encantado el capítulo y que tu regreses :)
    Con muchas ganas de leer el siguiente.
    Pd: No escribo nada más porque voy a sonar repetitiva... jope jajajjaja
    Besos

    ResponderEliminar
  4. me encanta tu blog, es mi estilo!! no he podido votar en la encuesta pero ten por seguro k le pongo un 10. tu historia.. del otro mundo!!! yo tambien tengo un blog, estoy empezando , haber si me puedes afiliar. www.lalunadecristalkorlov.blogspot.com yo también te afiliaré.

    ResponderEliminar
  5. Me encanta tu blog, me he creado uno, pasate pliis
    Besos:
    -Pat-
    http://elreinodelasmentiras.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  6. Hola! Te he nominado a unos premios en mi blog. Si puedes sacar un poco de tu tiempo, échale un vistazo. http://escritorporelmundo.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar